Mi historia

Una vida de huidas, supervivencia y reconstrucción

Adolescencia, juventud y adultez: 35 años sin saber volver a casa

Desde los 15 hasta los 50 viví intentando escapar de mí mismo. El alcohol y el cannabis se convirtieron primero en compañeros diarios, luego en excusas y finalmente en un modo de vida. A eso se sumaron periodos de consumo de cocaína, compras compulsivas y una relación dañina con el sexo, todo envuelto en un vacío que intentaba llenar como podía. Sin tardar mucho el resto de sustancias fueron llegando, y a todas me iba enganchando.

Trabajaba en espectáculos, viajaba, cambiaba de país, de idioma, de gente y de cama… pero nunca cambiaba de verdad. Era siempre la misma huida con escenarios distintos. Nunca capaz de asentarme, de tener una pareja o amigos estables. Huía de quien me quería y podía descubrirme más allá de la fachada.

A los 35 me fui a Escocia. Allí dejé muchas drogas, pero me refugié en el alcohol como si fuera lo único que no fallaba. Fueron casi ocho años donde creí estar casi estable, o eso pensaba.

Después llegó Australia: cero drogas más allá del cannabis, pero un alcoholismo tan profundo que ya era un estilo de vida.

Hace once años volví a España. Pensé que podría estabilizarme, pero el alcohol seguía siendo la brújula equivocada que guiaba mis días. Tras mi separación, recaí en dinámicas autodestructivas, incluida la cocaína durante un tiempo. Era como si hubiera agotado todas las formas posibles de perderme.

Hasta que hace tres años y medio toqué fondo. Fondo real. No un susto. No un “mañana lo dejo”. Fue ese punto donde ya no queda nada que maquillar y solo tienes dos opciones: rendirte del todo o empezar a luchar de verdad.

Desde adolescente ya llevaba dentro algo que no sabía nombrar. No era rebeldía ni ganas de escapar; era un torbellino emocional que me arrastraba sin motivo, una montaña rusa que subía y bajaba sin avisar. Mucho tiempo después supe que aquello era TLP. En aquella época solo sabía que algo me quemaba por dentro y que cualquier cosa podía desbordarme. Las drogas, el alcohol, las huidas y la velocidad no fueron caprichos: fueron formas torpes de calmar un dolor que no entendía y que nadie me había enseñado a gestionar.

Preguntas

¿Qué es el TLP?

El Trastorno Límite de la Personalidad afecta emociones y relaciones.

¿Cómo afecta la adicción?

La adicción puede aislar y dificultar la recuperación emocional.

¿Qué ayuda en la recuperación?

Buscar apoyo profesional y rodearse de personas que entiendan el proceso.

¿Es posible sanar?

Sí, con tiempo y esfuerzo, la recuperación es alcanzable.

¿Dónde buscar ayuda?

En centros especializados y grupos de apoyo locales.